lunes, 1 de marzo de 2010

A través de los cristales













Escondido tras los húmedos cristales del invierno
observamos el paso tímido del tiempo
refugiándonos en las sombras de los miedos
que nos atenazan cuando observamos
la vida pasar.
Somos pasajeros de un tren sin destino fijo
que avanza sin nadie que lo guíe
esperando que en ante la duda del destino
la suerte se presente de repente
orientando el camino a seguir.
Nos da miedo reconocer que no sabemos
el sendero por donde transitar
es más fácil dejarse llevar sin lucha alguna
pero más incierto también la meta a conseguir
sin el esfuerzo necesario.
Vemos reflejado en el cristal
los fantasmas de una oscura existencia
ante la cual dudamos de ser nosotros
los protagonistas de tan vergonzoso
y nefasto comportamiento.
Reflejos de un tiempo vivido
reflejos de temores no superados,
reflejos de amores no conseguidos
reflejos de amores no consumados,
reflejos de acciones no realizadas
reflejos de sueños nunca cumplidos
reflejos de miradas siempre cautivas,
reflejos de caricias no dadas
reflejos de caricias no recibidas,
reflejos de suspiros no pretendidos
reflejos de lamentos no deseados,
reflejos de esfuerzos no conquistados,
reflejos de un tiempo pasado en un presente revivido.