domingo, 21 de marzo de 2010

En el regazo del viejo arbol









A los pies de una colina, cerca del viejo árbol
aún queda la pared de una antigua casa
donde antaño habitaron, en un tiempo medieval
familias que con su esfuerzo y su sudor
lucharon en el día a día por subsistir
en unos tiempos donde la propia vida
no tenia valor alguno para los señores.
Hoy sentado en el regazo de este viejo árbol
siento revivir bajo mis pies reposado en su tronco
los sentimientos de aquellos que vivieron esos tiempos
que para nosotros nos resultan como poco románticos
pero que en realidad fueron tiempos de lucha
y de supervivencia en las más penosas condiciones.
Recurramos a la memoria colectiva ya perdida
para no caer de nuevo en las mismas situaciones
donde el hombre no vivía para ser feliz
sino simplemente para poder llegar a otra mañana
que diera comienzo de nuevo a una dura jornada
con la satisfacción de poder llegar al hogar
donde un fuego acogedor y placentero
en compañía de los seres por los que luchaba
le brindaba los momentos más memorables del día.