Aquella clara y serena tarde de primavera
reposado sobre el tronco de mi querido "llorón"
cuando veía relejados sobre las
cálidas y reposadas aguas
de aquel estanque que nunca podré olvidar,
la imagen de un hombre ya cansado y pensativo
creí estar viendo los fantasmas del pasado ya olvidado
para hacerle recordar lo fugaz que es la existencia
y lo poco que sabemos apreciarla en su totalidad,
perdiendo un tiempo más que precioso
en inútiles pasatiempos y actividades cotidianas.