miércoles, 10 de marzo de 2010

En el rincón oscuro













En el rincón gris y oscuro de toda habitación
divisamos con interés y cierto desencanto
todo cuanto se nos antoja ajeno a nosotros mismos,
haciéndonos sentir tan solos como vacíos
al igual que se encuentran esos a los que observamos
a través del anonimato de una ventana y tras su cortina
pues no somos capaces de revelarnos ante quienes se merecen
nuestro respeto más sincero y comprensión eternas,
y apoyados en nuestra pequeña mesa corroída por el tiempo
nos tomamos ese último sorbo de café amargo y frío
como lo es la propia vida a la que despreciamos
sin motivo alguno por no saber comprenderla ni entenderla.
No obstante la tenue luz de esa pequeña lampara
que nos genera un ambiente cálido y acogedor
necesario para poder sobrellevar con amenidad
la pesada carga del desengaño vivido en el día
nos ofrece la oportunidad de entrever
las múltiples oportunidades que tenemos
de remediar tantas ocasiones dadas por perdidas
con la incertidumbre de un futuro más prometedor.