miércoles, 24 de febrero de 2010

El credo de mis padres













A quienes imploran comprensión
de los que nada han de perdonar,
porque se sienten impíos por propia naturaleza
se encomiendan a su Dios
en espera de respuestas
que nada les ha de solucionar,
porque solo ellos tienen la palabra
son sus actos los que les distinguen
y les proclaman como verdaderos devotos
de todo cuanto les enseñaron,
y que de poco les sirvió en su camino.
Perdieron toda su inocencia
transitando por senderos desconocidos,
meditando sobre tiempos ya pasados,
que de poco les sirvieron para ver
a los hombres impolutos que cruzaron
el umbral de la vida y de la muerte
en espera de una aparente recompensa
por las obras realizadas y cumplidas.