Hoy por fin he visto el rostro de mi ensueño
al que impaciente espero que vea la luz del día
cada día que pasa más me cautiva y me hace su dueño
sin él no concibo el presente, ni el futuro podría.
Tan solo pensando en él la vida parece más hermosa
difumina las tristezas y tambien el desconsuelo
me alegra la existencia en su forma caprichosa
y consigue hacer feliz a su impaciente abuelo.