martes, 23 de febrero de 2010

Sin rumbo fijo










Como una nave sin rumbo
por los desconocidos mares de la vida,
caminamos por sendas y veredas sin sentido,
por no quedarnos rezagados
ante la atenta mirada del destino,
con obstáculos que nos pone en el trayecto
como si de una prueba se tratase
averiguando el señorío de quien sufre
avatares no buscados ni otorgados.
Más siempre pensamos en un posible naufragio
que impida lograr nuestros deseos,
esa duda nos mantiene firmes y alerta
ante toda contingencia inesperada
que de forma azarosa se presente,
pero es de nuestra condición
sobreponernos, y de que manera
logrando nuestras metas con tesón
y que nadie nos ponga en disposición
de dar explicaciones de lo mucho conseguido.
Despliego mis velas al viento
para que puedan ser divisadas en la distancia
que sepan que no me oculto de nadie
y menos de quienes nada me importan
y será mi bandera y estandarte
el tesón que es mi propia identidad,
dirán que nada pudo impedir
el conseguir lo que siempre pretendí.