Esperemos sea verdad. Todos los años la misma cantinela. Con el nuevo año, nuevas y renovadas intenciones que casi nunca se cumplen, bien por desidia, falta de tiempo, o simplemente porque fueron eso, mas buenas intenciones que deseos en realidad, aunque bien mirado y no menos reflexionado, bien nos vendrían ciertos cambios en el quehacer cotidiano y en la forma de interrelacionarnos.Pensemos al menos que la esperanza de lo de verdad deseado tenga visos de poderse materializar, y que no cunda la desesperación y el tedio de la rutina; la edad es buena consejera pero tambien menos conformista y más exigente; comprendamos eso, por favor.
No obstante, "Feliz 2008".
