Como en una partida de ajedrez, donde ambos contrincantes conocen las armas del contrario y luchan en igualdad de condiciones sobre un tablero expuesto para que no se produzcan engaños, así debería ser la vida. Porque nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta, y al igual que en el amor cuando tan solo se habla de él, es que se están perdiendo los encantos para la conquista, por ello la magia del primer amor consiste en la ignorancia que se tiene de saber que tendrá su propio fin.
Cuando estamos con alguien lo más importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensa, pues en ello se pone más énfasis, y saber que si quieres hallar en cualquier parte que estés amor, amistad y dulzura, llevalos siempre contigo.