martes, 8 de diciembre de 2015

Soñar para sobrevivir


Los sueños nos permiten sobrevivir, aunque sea defectuosamente malvivir, de forma que la vida no se nos haga tediosa y falta de entusiasmo por seguir adelante, y mucho menos cuando se llega a situaciones en la que uno para poder disfrutar de la misma ha de delegar los placeres en los demás para así sentirse vivo de forma que uno no se derrumbe ante la falta de los estímulos que necesarios que nos permita ser conformes con nuestro propio destino, el cual no es tal si uno interfiere de continuo en el devenir de los acontecimientos.
Soñar no es gratis ni mucho menos, pues al hacerlo gastamos buena parte de nuestra de nuestro valer, y dejamos fuera de la mochila de los recuerdos y deseos tal vez lo mejor de uno mismo, lo más valioso de la propia existencia, todo aquello que nos permite seguir adelante y avanzar por la senda inesperada de nuestra existencia terrenal.
Pero al hacerlo creamos nuestro propio e inaccesible mundo, esa posesion a la que nadie más que uno mismo puede tener acceso cada vez que la necesita o desea disfrutar de ella, sin compartirla con nadie pues es lo único que el ser humano tiene tan solo para sí, a la que nadie puede quitarle ni restarle valor alguno, ya que solo pertenece a lo más profundo y secreto del propio hombre y de la que no tiene que dar cuentas de ello ni tan siquiera a sí mismo.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Compartir los sueños deseados

«La hoja en blanco de los sueños que aun esta por escribir
nos lleva a parajes oníricos tan llenos de realidad como de fantasia
pero sea de una forma o de otra se complementan en su realización
con la certidumbre de saberse tan necesarios como complementarios en su realización».

domingo, 5 de julio de 2015

Al final del camino

Al final del camino diario en el crepúsculo del día
las ideas fluyen con mas facilidad y enorme claridad
para darnos el impulso necesario que todos necesitamos
en la soledad de los sueños y recuerdos que permanecen latentes
para impulsarnos por el camino sombrío de la propia vida.
Pensamos en cuantas cosas no hicimos
y en ese futuro que queremos llenar de propias vivencias
tantas veces deseadas y anheladas que permanecen incumplidas
por falta de valentía, a veces, o por falta de ocasiones perdidas
pero que no obstante son las que nos hacen sentir la propia existencia.
Es el impulso vital del corazón latiendo y fluyendo la energía
que nos ha de permitir sobrevivir en la senda de los caminos
que en nuestra mente individual nos trazamos
para darnos el hálito de vida y esperanza necesarios
que nos permite sobrevivir con una mínima gota de esperanza.
Pero, ¿que quiere la vida de nosotros que ya no tenga?
¿tal vez nos exige lo que no podemos o deseamos darle?
De ser asi que vacia esta nuestra conciencia de la propia vida
que no nos permite realizarnos ni ser lo felices que tanto ansiamos
entorpeciendo la realizacion de nuestros sueños mas deseados.

sábado, 4 de julio de 2015

La Oración de Jesús

La Oración de Jesús
Esta es la "Oración de Jesús" que aparece en el Evangelio según San Juan, de la Biblia de Jerusalén.

LA ORACIÓN DE JESÚS.

Así hablo Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo:
"Padre, ha llegado la hora,
glorifica a tu Hijo
para que tu hijo te glorifique a tí.
Y que según el poder que le has dado sobre toda carne,
de también vida eterna
a todos los que tú le has dado.
Esta es la vida eterna:
que te conozcan a tí,
el único Dios verdadero,
y al que tú has enviado, Jesucristo.
Yo te he glorificado en la tierra,
llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.
Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a tí
con la gloria que tenía a tu lado
antes que el mundo fuese.
He manifestado tu nombre a los hombres
que tú me has dado tomándolos del mundo.
Tuyos eran y tú me los has dado;
y han guardado tu Palabra.
Ahora ya saben
que todo lo que me has dado viene de ti;
porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos,
y ellos las han aceptado
y han reconocido verdaderamente que vengo de tí,
y han creído que tú me has enviado.
Por ellos ruego
no ruego por el mundo,
sino por los que tú me has dado,
porque son tuyos;
y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío;
y yo he sido glorificado en ellos.
Yo ya no estoy en el mundo,
pero ellos sí están en el mundo,
y yo voy a tí.
Padre santo,
cuida en tu nombre a los que me has dado,
para que sean uno como nosotros.
Cuando estaba yo con ellos,
yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado.
He velado por ellos y ninguno se ha perdido,
salvo el hijo de perdición,
para que se cumpliese la Escritura.
Pero ahora voy a tí,
y digo estas cosas en el mundo
para que tengan en sí mismos mi alegría colmada.
Yo les he dado tu Palabra,
y el mundo los ha odiado,
porque no son del mundo,
como yo no soy del mundo.
No te pido que los retires del mundo,
sino que los guardes del maligno.
Ellos no son del mundo,
como yo no soy del mundo.
Santifícalos en la verdad:
tu Palabra es verdad.
Como tú me has enviado al mundo,
yo también los he enviado al mundo.
Y por ellos me santifico a mí mismo,
para que ellos también sean santificados en la verdad.
No ruego sólo por éstos,
sino también por aquellos
que, por medio de su palabras, creerán en mí,
para que todos sean uno.
Como tú, Padre, en mí y yo en tí,
que ellos también sean uno en nosotros,
para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste,
para que sean uno como nosotros somos uno:
yo en ellos y tú en mí,
para que sean perfectamente uno,
y el mundo conozca que tú me has enviado
y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre,
los que tú me has dado,
quiero que donde yo esté
estén también conmigo,
para que contemplen mi gloria,
la que me has dado,
porque me has amado
antes de la creación del mundo.
Padre justo,
el mundo no te ha conocido,
pero yo te he conocido
y estos han conocido
que tú me has enviado.
Yo les he dado a conocer tu Nombre
y se lo seguiré dando a conocer,
para que el amor con que tú me has amado esté en ellos
y yo en ellos."

viernes, 29 de mayo de 2015

Pensamientos tras una larga ausencia


No es fácil plasmar sentimientos que se creen están en el abismo del ser
en ese fondo inexpugnable al que no todo el mundo tiene acceso
ni del que somos conscientes de su verdadero contenido
pues permanecen escondidos a nuestra propia conciencia
para emerger a su libre albedrío y en tiempo inesperado
provocándonos sensaciones que no pasan inadvertidas
ni para el propio dueño de las mismas, ni en su corazón
ni tan siquiera en su mente aun estando despierta y pendiente
de todos los aconteceres que suceden con la cotidianidad  necesaria
para que formen parte de la biografía no vivida de su protagonista.

Pasan los días, pasan las horas y transcurren los minutos
en un avance incesante y sin retorno posible ni probable
meciendose en la brisa de los recuerdos inalterados
acercándose al ocaso blanco de la oscura vida
recordando días felices que inflaron las velas del destino
en un camino frenado por los impostores del futuro
para que nunca nos olvidemos del precio a pagar en mano
entre tanto los recuerdos nos protegen en el camino
llevándonos a impulsos fugaces hacia ese destino
que nunca quisimos tener y menos pretendimos crear.

Pero hoy es el gran día, el día de nuestra liberación personal
ante tanta expectativa frustrada por su propio condicionamiento
el día en que dejamos de hacer todo aquello que se espera de nosotros
el día en que empezamos a tomar el timón de nuestra libertad
el día en que nos enfrentamos a nuestros fantasmas interiores
el día en que somos realmente nosotros mismos al descubierto
el gran momento de mostrarnos al mundo al desnudo perpetuo
para que así se nos sea aceptado o rechazado, si es menester
o tan solo para ser aceptados en total integridad formal
sin tener que formar parte de criterio alguno instaurado
por la necesidad del hombre de sentirse así identificado.

Recuerdos que invaden el blanco papel de la biografía
que aun esta por escribir para guardar en el recuerdo
o tan solo dejarlo impreso para que en un futuro no lejano
manifieste la constancia de una vida frágil y perecedera
qué tal vez nunca debió de ser así como ocurrió
pero que probablemente no pudo ser de otra forma
a pesar de los intentos vanos y reiterados por conseguir
sentar los cimientos de un edificio personal y definido
para los que nunca estuvo preparado en el tiempo
aun avanzando de forma progresiva y titubeante
pensando tan solo en conseguir como mejor vivir.

Sobrevivir a la sinrazón de la lucha diaria de la existencia
desatando el consistente nudo de la dependencia social
consintiendo pesares y desatinos presentados en el camino
como parte inherente de la propia existencia determinada
formando parte del invisible mundo de los deseos insatisfechos
que lacran cualquier empeño de libertad e individualidad
para que nada se escape al propio control de la mente
sometiendonos a incesantes cambios de dirección
que no hacen más que dividir y desgastar esfuerzos
sin conseguir ni el fin ni la meta ansiada y deseada
desde la cual podamos impulsarnos con fuerza y tesón
hacia la propia meta que es la vida en sí misma.