Dicho que se atribuye al mundo de la arqueología y paleontología, podría aplicarse de igual forma a la vida cotidiana en todos sus sentidos y con todas cuantas connotaciones se quisieran sugerir.
Recurrir al pasado en no pocas ocasiones nos salva de ese presente amenazador y tedioso, en que nuestro entornó social se convierte de forma en ocasiones casi rutinaria, y del qué pretendemos escapar sin poder lograrlo, condicionandonos ante ese futuro incierto y lleno de trivialidades axfisiantes.
El pasado forma parte de nosotros, esta incorporado a los genes de nuestra existencia, y hemos de aprender de el y no olvidarnos nunca de lo que fuimos ni de lo que hicimos, ya que de otra forma nunca nos servirán nuestros aciertos ni aprenderemos de nuestras faltas o errores, y aprender siempre será la forma más vitalista de superar las adversidades que aún nos han de llegar y los obstáculos que aún el futuro nos ha de interponer en nuestro camino como personas libres de tomar las decisiones que creamos más adecuadas.
Recurrir al pasado en no pocas ocasiones nos salva de ese presente amenazador y tedioso, en que nuestro entornó social se convierte de forma en ocasiones casi rutinaria, y del qué pretendemos escapar sin poder lograrlo, condicionandonos ante ese futuro incierto y lleno de trivialidades axfisiantes.
El pasado forma parte de nosotros, esta incorporado a los genes de nuestra existencia, y hemos de aprender de el y no olvidarnos nunca de lo que fuimos ni de lo que hicimos, ya que de otra forma nunca nos servirán nuestros aciertos ni aprenderemos de nuestras faltas o errores, y aprender siempre será la forma más vitalista de superar las adversidades que aún nos han de llegar y los obstáculos que aún el futuro nos ha de interponer en nuestro camino como personas libres de tomar las decisiones que creamos más adecuadas.