sábado, 18 de enero de 2014

"Sin el esfuerzo de la búsqueda, es imposible la alegría del encuentro"


La satisfacción de quien se dedica a buscar en la vida su propia realización y la felicidad para él y los demás, es suficiente para intentarlo al menos una sola vez aunque los resultados no sean al final los esperados. En esa búsqueda invertimos lo mejor que tenemos como seres humanos y lo hacemos sin pensar en el gasto personal que nos supone, de forma que lo mucho o poco conseguido se convierte en un triunfo interior que nos permite reafirmarnos en nuestro esfuerzo ante ese empeño que comenzó como un reto pero que al final se convierte en el motor impulsor de la propia vida.