Con mirada cristalina, oteando el horizonte, con una nueva "visión" de las cosas. Que maravilla. Ya sabréis el porque de esta afirmación aquellos que me conozcais. Una nueva etapa, un nuevo resurgir de la mirada divisando todo aquello de una nueva manera, una nueva forma de "ver" y entender las cosas, tal vez ahora en su justa medida y tal como son.
Ese azul de los mares captado directamente y retenido en mi ratina como nunca antes pudo ser, recreándome en sus vivos colores sin que el viento o la marea entorpezca tan sublime momento. Tiempo he tardado no lleno de desesperanza e inquietud hasta llegar a este instante de clara percepción de la naturaleza y de todo cuanto en ella está.