
Tambien nos da tiempo para pensar un poco en lo acontecido durante los dias transcurridos, en recordar anecdotas y viejas historias, traer a la memoria, por qué no, a esos seres tan queridos que ya no están presentes entre nosotros, aunque en el alma y la memoria ocupan un lugar privilegiado. ¡va por tí colega!.
No es mala estampa la de la figura; tranquilo, pausado fumando su vieja pipa bajo la mirada atenta de su dragoncito bueno, que le acompaña y escucha sus palabras entonadas en la soledad de la torre, con la ventana a su diestra para poder observar ese mundo tan extraño y tan ajeno que le es, fuera de su pequeño universo.
¡si llego a su edad quisiera tener ese pequeño universo!