
Pensemos en los demás y no olvidemos que cuanto más sencilla es la gente, más hermosa nos resulta. Y pídete a ti mismo todo aquello que necesites, pero no solicites nada de los demás, así te sentirás mas reconfortado.
Si no quieres ver tus deseos y anhelos frustrados antes de tiempo, no desees jamás sino solo aquello que de ti dependa, y así nunca serás un obstáculo para tí mismo. Y no pensemos solo en el destino, pues en no pocas ocasiones llamamos destino a todo cuanto limita nuestras aspiraciones. Confía en tí mismo, es el mejor secreto para conseguir todo ello. Pero sobre todo piensa que solo podrás tener paz verdadera si tú la proporcionas a los demás.